La Rolita actúa frente a la escasez hídrica

Limpieza externa de las cabinas del TransMiCable

Bogotá enfrenta una crisis hídrica severa. La Rolita responde con medidas de ahorro en sus buses y TransMiCable, usando agua reciclada y de lluvia, reduciendo la limpieza y promoviendo el Home Office para conservar agua.


Bogotá sigue enfrentando una crisis hídrica debido a la reducción en la capacidad de los embalses de Chingaza. Ante esta situación, La Rolita sigue tomando medidas para ahorrar y conservar agua en sus unidades de buses y cable.


La combinación del Fenómeno del Niño, la escasez de lluvias y una limitada conciencia sobre el cuidado del agua ha llevado a Bogotá a una contingencia hídrica, una situación que no se vivía en más de 30 años. Los embalses de Chingaza, que suministran la mayor parte del agua potable de la ciudad, están al 16.46% de su capacidad. Por ello, el alcalde Carlos Fernando Galán ha decretado racionamientos de agua mediante suspensiones alternadas en diferentes zonas de la ciudad, con el objetivo de aumentar la capacidad de los embalses al 20.13% para finales de abril.


En respuesta, La Rolita continúa sus esfuerzos para ahorrar y conservar agua. En su unidad de negocio TransMiCable, sigue utilizando la Planta de Tratamiento de Agua Residual (PTAR) de ciclo cerrado, que ahorra 6.6 m³ de agua al mes, los baños públicos continúan funcionando con agua lluvia y son cerrados durante las horas valle del sistema, en la parte administrativa se implementó Home Office 2 dias a la semana para así reducir el uso de Agua en el sistema.


Además, se han implementado cambios en los protocolos de limpieza, reduciendo la frecuencia de impieza de fachadas de dos veces por semana a una, y utilizando métodos de lavado en seco siempre que sea posible.

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